Me encanta ser evidente.

Y la niña esperanzada y perdidamente enamorada se acuesta pensando en el fin de este bucle mientras el hombre de personalidad orgullosa y terca sigue diciendo "Se acabó y se acabó" tumbándose en su fría y solitaria cama escuchando la canción que le dedicó a dicha y siempre suya amada inmortal, y aunque no lo admita, piensa en el ridículo que está haciendo ante Él Mismo.

Y quien no lo entienda es córtimer.



By: SKMò