Lucy Monostone is a deceased former American pop star and terrorist, Lucy Monostone is thought by the mysterious corporation at the heart of the conspiracy to be the perfect killer. While genetic engineering can recreate Monostone's body, the challenge appears to be recreating his soul in order for the ultimate murderer to be reborn. It seems that this can only be achieved by combining a number of personalities, representing the different parts of Monostone, into a single vessel.





viernes, 26 de febrero de 2010

Dolorosa.

Soledad, márcame con tu sello implacable ante todas las circunstancias de mi viaje en este dificultoso día a día. Deja que mi mente crea que los apoyos que me prestas son mi compañía en la vida, mientras mi cabeza sólo sea una pantalla proyectable ante mis ojos. Regálame tu miedo y permíteme asustarme, engañarme con ilusiones de las que despertaré rudamente la mañana de mañana. Aléntame de nuevo a dar un paso en falso que active esa mina anti-personas ajenas. Hazme caer en la tentación de creer las promesas cada vez más incumplibles que mis oídos perciben, superando con creces el "para siempre". Véndame los ojos para que no vea cómo la existencia se acaba mientras retrocedemos como moluscos. Permíteme cometer el último error que no pueda corregir con justificaciones similares a que nadie es perfecto. Sólo así aprenderé a vivir contigo.

Las roturas más dolorosas son las de corazón.

Reviviré la flor que crece en mí reconstruyendo los esquemas de mi vida. Observaré como las nubes se esconden, como la gente es dominada por el ajetreo. Tras mi máscara de inocencia avanzaré a lo largo de mis años prematuramente pero con objetivos bien marcados. "Tienes las ideas claras" solían decirme cuando yo realmente existía.

Desasosiego, fruto de mi inspiración y mi deshonra ante mí, haced que el mundo no se marchite como el paisaje de otoño. Cubridme con vuestro velo de invulnerabilidad, al menos hasta llegar a mi hogar.




Sarkasm
ò.

domingo, 21 de febrero de 2010

Reflexiones y contradiciones.

Hay numerosos aspectos que hacen del amor algo llamativo y trascendente. Desde los más desesperados hasta los solteros que dicen estar orgullosos de serlo consideran en lo más profundo de su alma (o de manera superficial en estado ebrio) que, al igual que el comer, el amor es una de las más importantes necesidades.
Pero cada uno en su mundo. El amor es algo personal, abstracto y único. Y al igual que en la vida cotidiana, en el sexo y en otros momentos hay diferencia de géneros también en este punto.
Los hombres no pueden ser generalizados, demasiada variedad de opiniones. Podemos hacer una encuesta en la que se encontrarán seguro todo tipo de especímenes a añadir en el estudio de animales complejos: desde el enamorado de su trabajo hasta el enamorado de sí mismo.
En cuanto a las mujeres está claro que somos todas discípulas de unos mismos mandamientos. No queremos más a ninguna relación, sino que queremos a todas de distinta forma. Y sobretodo caemos ante una ley obligatoria: la insatisfacción sea cual sea nuestra situación. Preferimos relaciones difíciles, retos, pasar el tiempo con alguien lleno de incógnitas y con aspectos poco soportables o anormales ante los cuales siempre mostraremos queja. Esperaremos con continuidad por las palabras perfectas en el momento perfecto, cosa que nunca sucederá con semejantes fieras. Pero sin embargo cuando nuestra relación se cruza con un gato con el que todo va perfecto a medianoche nos sobresaltamos como si se tratara de una pesadilla. Nos miramos al espejo y decimos "No lo sé". Pero sí lo sabemos. El sobresalto es ante la anormalidad de la situación. Si todo va perfecto es porque algo tiene que ir mal más adelante. Estamos mal cuando no tenemos pareja y nos quejamos cuando si la tenemos.
Yo soy personalmente una mujer que busca diversión y arritmia en alguien peculiar (bonita y discreta manera de designar a lo poco común), aunque no por ello excesivamente cariñosa.
Problema: la apatía.


I wish that I could stay, but you argue.


Atentamente, Mademoiselle Sarkasmò.

lunes, 15 de febrero de 2010

¿Qué deseas tú?

Me preguntaron una vez eso y se me pasaron cantidad de cosas por la cabeza.

Deseo volar lejos de aquí. Explorar lo que me rodea o incluso lo que ni sé que existe. Extender las alas de mi imaginación para poder despegar y aterrizar en un mundo compretamente desconocido o paralelo.

Pensé, pero cuando terminaba de recrear ese sueño en mi cabeza ya comenzaba a desviarme por otro.

Deseo que las sombras sean de colores. Rojo, verde, amarillo... Con lunares, con rayas, con puntos. Toda diversidad. Que cada vez que salga de casa, llueva y no tenga paraguas; cada vez que me encuentre sola mi sombra me acompañe y haga envidiar a los que me rodean.

Una pequeña sonrisa se deslizó por mi rostro y volví a desviarme.

Deseo poder caminar por las nubes sin caerme. Que cuando esté mal moralmente pueda crecer hasta alcanzar el cielo y considerar esta alternativa para ver el mundo desde otra perspectiva. Tocar ese infinito azul.

Pero lo único que pude responder fue:

Deseo dejar de guardar mis deseos en cajas para poder compartirlos con todos.


Chimes use to break my wish.



Atentamente, Mademoiselle Sarkasmò.

viernes, 12 de febrero de 2010

Dependencia.

Te desgarra por dentro y te mata lenta y dolorosamente. Se alimenta de tu dolor y desesperación cuando te hace sufrir. Es tu máquina de vida artificial, te desconecta y ¡puf! todo se va a la mierda como por arte de magia. Se va por donde vino. Bueno no, se va tu placebo. La dependencia se queda contigo para siempre para meter los dedos en las yagas más infectadas. Junto con el de cabeza y el de oídos es el peor de los dolores, aunque este se da en la zona más profunda del alma. Pincha, resquema y aría la piel como las hortigas. Deshace cada uno de tus órganos poco a poco como una enfermedad terminal. Aunque aparentemente no ocurra nada tus entrañas se arañan como si estuvieran en guerra psicológica. Devuélveme mi razón de vivir, por favor...


We all recognise that I'm the problem here.


Atentamente, Mademoiselle Sarkasmò.

sábado, 6 de febrero de 2010

Nacer, crecer, decepcionar, morir.

Espíritu desmoronado ante la espectativa de volver a caer sólo en esa maraña de zarzas espinadas. El fin del mundo se aproxima aunque sólo ocurra para un individuo, un cuerpo deforme y hueco que a estas alturas carece de sentimientos. Ya no logra sonreír ni con el murmullo de su walkman. La mano en el pecho sin respuesta latente alguna. Cenizas de ese "antes alguien" se esparcen por el suelo sirviendo de abono para que crezcan nuevos destinados a decepcionar a los demás. Defectuosos de fábrica, ellos son el 99% de la tierra. El 1% reivindica por solidaridad y muere por los demás mientras el resto, queridos perdedores, nos dedicamos a copiar su biografía en nuestro cuaderno escolar y nos escondemos tras nuestro abrigo de 12% poliester y 88% explotación infantil. Se acabó el tiempo de ser feliz tú y de hacer feliz a los demás, es tarde. Se perdió la ilusión donde tu mejor amigo te reemplaza y no eres lo más importante ni para tu pareja. Estás perdido, disfruta de la más larga de tus pesadillas. Haz eso que siempre esperaste a hacer: acaba con tu fobia al propio miedo.


Se perdió en sus labios, su ilusión.

Atentamente, Mademoiselle Sarkasmò.