Creo que mi alma se ha ido de ocupa a tu cuerpo, porque el mío está vacío. Será que echaba de menos tu cariño, tu roce, tu besos... Será.
Será que echaba de menos que le miraras de esa forma, esa forma que le hacía revolverse y crear esa sensación mariposeante... Será.
Será que echaba de menos el olor de tu pelo, que resbalaba por tu cuello y tus clavículas y la envolvía acunándola y tranquilizándola como un placebo para no ver el mundo exterior... Será.
Será que echaba de menos tus manos, esas manos que acariciaban transmitiendo energía positiva... Será.
¿Echaría de menos el amor, su sucedáneo? ¿O sólo echaría de menos esa sonrisa en cuyos huecos jugaba?
Creo que mi alma se ha ido porque tiene gustos raros, ya que le gusta mezclar las lentejas con el helado y mirar los relámpagos sin esperar oír los truenos.
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