Espíritu desmoronado ante la espectativa de volver a caer sólo en esa maraña de zarzas espinadas. El fin del mundo se aproxima aunque sólo ocurra para un individuo, un cuerpo deforme y hueco que a estas alturas carece de sentimientos. Ya no logra sonreír ni con el murmullo de su walkman. La mano en el pecho sin respuesta latente alguna. Cenizas de ese "antes alguien" se esparcen por el suelo sirviendo de abono para que crezcan nuevos destinados a decepcionar a los demás. Defectuosos de fábrica, ellos son el 99% de la tierra. El 1% reivindica por solidaridad y muere por los demás mientras el resto, queridos perdedores, nos dedicamos a copiar su biografía en nuestro cuaderno escolar y nos escondemos tras nuestro abrigo de 12% poliester y 88% explotación infantil. Se acabó el tiempo de ser feliz tú y de hacer feliz a los demás, es tarde. Se perdió la ilusión donde tu mejor amigo te reemplaza y no eres lo más importante ni para tu pareja. Estás perdido, disfruta de la más larga de tus pesadillas. Haz eso que siempre esperaste a hacer: acaba con tu fobia al propio miedo.
Se perdió en sus labios, su ilusión.Atentamente, Mademoiselle Sarkasmò.
Acabar con la fobia al miedo es fácil si se hace a sonrisas :)
ResponderEliminarMe encantó lo del abrigo.
ResponderEliminarMuy pesimista, querida, y muy bonito. Las cosas bonitas suelen ser mentira :D
ResponderEliminar... con una mano en el corazón.
ResponderEliminarYo espero no convertirme en ese cuerpo hueco sin sonrisas...
... fragarante, uKa... cada vez mejor.
Muy bueno tu texto, buen trabajo.
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